Si la suspensión de clases se planteó para todo el sistema por igual, el retorno a clases presenciales debe ser gradual, no obligatorio, y diferenciado, analizado caso por caso, lo que permitirá ir probando protocolos, ir acumulando evidencias para eventualmente lograr un retorno a clases generalizado.
Un requisito indispensable para la reapertura deben ser claros criterios epidemiológicos, métricas precisas que nos permitan a directores, docentes, padres de familia saber cuándo es seguro hacerlo. Epidemiólogos y científicos americanos explican que se deben tomar en consideración el porcentaje de positividad de casos (que debe ser menor a 5%) y la cantidad de nuevos casos en las últimas dos semanas (por ejemplo 10 por cada 100,000 ciudadanos). Estos criterios deberán analizarse por región, ciudad, comunidad dado que somos un país muy heterogéneo.
A estos criterios se suman, por supuesto, las condiciones básicas que deben asegurar las escuelas públicas y privadas: la distancia social entre los estudiantes, el uso de mascarilla, la adecuada ventilación de las aulas y espacios cerrados, además del lavado de manos, el tomar pruebas en las mismas escuelas para establecer una línea de base y el rastreo de casos. No podemos pensar en regresar a clases si estas condiciones no están aseguradas. Las buenas noticias que son que estas mejoras en ventilación, servicios higiénicos y protocolos contribuirán a mejorar la calidad de la infraestructura educativa. Cada director, de escuela pública o privada, debería tener la potestad para determinar qué necesita para el retorno seguro de sus estudiantes y docentes.
Estamos hablando de un trabajo compartido. Por un lado, Estado y/o escuelas privadas, quienes deben asegurar las condiciones mínimas (que no es poca cosa y requeriría inversión por parte del sector privado y público) y por otro lado, la comunidad en su conjunto que deberá seguir las recomendaciones de cuidado para mantener los niveles de positividad bajos y los nuevos contagios controlados. ¿Queremos que todos nuestros niños regresen a la escuela? Entonces actuemos como comunidad. De nada servirán protocolos adecuados si fuera de las aulas, los ciudadanos, los maestros, los padres, no respetamos la distancia social, la higiene y el uso de mascarillas, y permitimos que nuestros hijos se reúnan sin respetar estas mismas recomendaciones. Actuemos unidos. Es responsabilidad de todos que nuestros niños regresen a sus escuelas.
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