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¿Qué debería ofrecer un programa de educación a distancia?


Muchos padres de familia se preguntan si la educación a distancia que actualmente están recibiendo sus hijos, tiene el mismo valor económico y académico que el servicio educativo presencial. Quizás más que hacerse esa pregunta, uno debe preguntarse si el servicio educativo a distancia que reciben sus hijos es relevante y promueve y facilita el aprendizaje de sus hijos. Se tratan de modelos educativos DIFERENTES.

Es innegable que las escuelas privadas han respondido con prontitud creando una arquitectura educativa a distancia y capacitando a sus maestros. Cada escuela ha creado un programa que responde a su realidad económica y de acceso a tecnología como a los valores, principios y áreas (las artes, los idiomas, las ciencias, etc.) que prioriza. Por ello, cada programa educativo debe ser evaluado independientemente. Dicho ello, hay ciertos aspectos que una propuesta de educación a distancia de valor debe contemplar y que como padres de familia debemos conocer:

1. Ofrecer oportunidades para la interacción entre los estudiantes (interacción social). La plataforma educativa debe haber considerado ¿Cómo voy a promover que interactúen los estudiantes? El confinamiento de los niños a los hogares y las limitadas oportunidades de actividades al aire libre con pares tiene un impacto negativo en los niños[i]. Un rol importante de la escuela entonces, es ofrecer oportunidades para que los estudiantes interactúen. Las reuniones virtuales a través de plataformas de videoconferencia son una excelente herramienta. El uso de estas plataformas logra cumplir dichos objetivos si es que se usan diariamente para que los alumnos intercambien cómo se sienten (conversen informalmente) como para interactuar en función de un contenido académico específico bajo la mirada de la maestra (preferentemente en grupos pequeños). Los niños de todas las edades necesitan de esa interacción con sus pares. Es en la interacción que aprenden a socializar, a auto regularse, a expresarse, argumentar, escuchar al otro, llegar a consensos.

2. Brindar un encuadre escolar que acerque los niños a cierta normalidad y sea predecible. El encuadre usual de ir a la escuela, jugar en el patio, y al escuchar la campana entrar al aula y pasar asistencia, puede recrearse en reuniones matutinas virtuales, donde los niños interactúan entre ellos antes del inicio oficial, contando con la presencia de la maestra como observadora, y quien luego da inicio a la lista, la presentación de las actividades del día y el monitorear los estados de ánimo de los niños. Este inicio de las clases diario es importante en todos los niveles educativos. De igual manera debe darse un cierre del horario de clases, para evaluar cómo les fue. Es hacerles a los estudiantes ver que están en clases, pero bajo una nueva normalidad, en un espacio distinto, pero manteniendo familiaridad en lo que hacen y dándoles un encuadre.

3. Plantear un horario viable y saludable. El horario no debe ser equivalente al horario normal (de la modalidad presencial a la que estamos acostumbrados). Primero, porque los niños no pueden pasar 6 horas frente a las pantallas. Segundo, porque los estudiantes no están todos en condiciones de realizar un aprendizaje autónomo por largos períodos. Tercero, porque el contexto en que estamos, de una pandemia mundial, requiere de espacios para que los niños tengan tiempo de procesar sus emociones y de distraerse, recargarse libres de presiones académicas. Los estudiantes están y deberían participar de las actividades del hogar, ayudar a sus padres, trabajar por el bien común de los miembros del hogar, sea lavar los platos, sentarse a conversar con la abuela, leer o jugar con el hermano menor. Los padres de familia no pueden esperar que las horas lectivas sea similar a la que se ofrece en una educación presencial.

4. Combinar estrategias sincrónicas y asincrónicas. Hacer uso de estrategias sincrónicas en las que las maestras explican un contenido, responden a preguntas de los estudiantes, moderan una discusión, combinadas con estrategias asincrónicas en las que se promueve el trabajo independiente y autónomo. El balance en el tiempo de uso de estas estrategias dependerá de la edad del niño. Cuánto más grandes son, es más viable el uso de estrategias que promueven el trabajo independiente. Cuánto más pequeños, más relevante la presencia de la maestra a través de estrategias sincrónicas.

5. Asegurar la disponibilidad de la maestra durante el horario escolar: En el caso de los estudiantes, sobre todos los de primaria, es importante que la maestra comunique a sus estudiantes que está disponible para ellos, para consultas, para absolver dudas y que puedan llamarla o escribirle. En el aula de clase, la presencia de la maestra da seguridad al estudiante mientras trabaja autónomamente, sabe que está disponible. Es importante asegurar esa misma disponibilidad de la maestra en la modalidad a distancia.

6. Brindar una retroalimentación individualizada. La gran ventaja que brinda la educación a distancia está en las posibilidades de retroalimentar al estudiante. Muchos educadores están de acuerdo que la retroalimentación es esencial para ayudar al estudiante en su proceso de aprendizaje. Los trabajos que los alumnos suben a la plataforma o comparten con la maestra deben ser comentados por maestros, tanto la forma como contenido, la reacción que generó en la maestra, impresiones y sugerencias de mejora. También, deben dar oportunidades para que los niños retro alimenten el trabajo de sus compañeros. En esta coyuntura, la retroalimentación no solo ayuda al niño académicamente a seguir mejorando sino es una excelente manera para el maestro de hacerse sentir presente y transmitirle al estudiante que lo que realiza es importante. Los maestros deben estar brindando esta retroalimentación individualizada y especializada aún si les toma más tiempo que usualmente dedicaban a esta función.

7. Mantener al maestro como al padre de familia, cada uno en su rol. En la educación a distancia, el padre de familia no debe sustituir al maestro. El padre de familia acompaña el proceso de aprendizaje de sus hijos, de la misma manera que en la modalidad presencial. Son roles complementarios. Ayuda que su hijo tenga un espacio para trabajar, las herramientas necesarias, y pregunta cómo le fue y qué le gustó más de su día. El padre no hace la tarea con el niño, no sube los trabajos a la plataforma. El colegio debe adecuar su plataforma para cada nivel. Si el padre debe estar subiendo información constantemente por el niño, la plataforma no es la indicada. A partir del 3er grado de primaria esto resulta más claro dado que los niños ya saben leer y escribir y moverse autónomamente en una plataforma pedagógica. La aspiración es que todos los estudiantes logren esa independencia en el uso de la plataforma, en subir trabajos o acceder al contenido.

8. Brindar un contenido pertinente al contexto que viven los niños. La plataforma educativa debe asegurar que el contenido sea pertinente al contexto de los niños. Por algún tiempo, el hogar y las relaciones familiares ocupan la mayor atención de nuestros niños. Adicionalmente, el mismo contexto de la pandemia, lo que significa, cómo nos está afectando, es una oportunidad para sobre distintos temas que están sobre el tapete, como evaluar las estadísticas y cuadros como en las matemáticas; o la historia de las pandemias y otros virus o repasar la geografía estando constantemente enterados de lo que ocurre en otros países, ubicación, demografía, etc. Por supuesto adecuado a la edad del niño y siempre sin alarma sino conteniendo y absolviendo dudas que puedan surgir.

9. Ofrecer actividades físicas, artísticas y extra-curriculares. Los niños y adolescentes necesitan canalizar energía y ansiedad a través del ejercicio físico. Las clases online funcionan bien, desde actividades simples de movimiento, yoga, baile hasta más especializadas. Preferentemente, que el profesor de deportes puede ser quien realice las actividades virtuales de movimientos sencillos en espacios limitados (yoga, relajación, baile, ejercicio aeróbico). De lo contrario, establecer un espacio en el horario para que los niños ejecuten ciertas sugerencias de ejercicios. Motivar a los niños a realizar proyectos artísticos, dramáticos, grafico-plásticos que permita al estudiante expresarse libremente. Algunas escuelas han considerado incluir ciertas actividades extracurriculares para complementar la propuesta académica. Las escuelas deben encontrar la manera de ofrecer este tipo de oportunidades a sus estudiantes.

10. Reevaluar constantemente la plataforma y las estrategias. Todas las escuelas se encuentran experimentando y es importante recoger, cada cierto, las opiniones del padre familia y por sobre todo la de los mismos estudiantes. La retroalimentación debe venir del hogar, en el que el padre de familia completa encuestas luego de conversar con su hijo sobre qué le funciona, que quisiera que sea diferente, que no funciona. A fin de cuentas, el niño es el usuario final. Muchas veces el padre de familia piensa que sabe qué es lo mejor, y se sorprendería al escuchar a su hijo.

La educación a distancia es LA gran oportunidad para revolucionar la educación del siglo XXI, y viene para quedarse. Implica promover la autonomía a edades tempranas. Implica una educación más individualizada, una oportunidad para los estudiantes que hacen uso de otros lenguajes para aprender (visual, auditivo, creativo). Implica el desarrollo de nuevas habilidades en el docente. El reto principal es lograr que el vínculo e interacción (maestro niño) no se pierda. El aprendizaje se enmarca en una relación, la relación niño maestro, y entre los niños. Está demostrado que el niño aprende en el contexto de un vínculo, donde la emoción es la que sella el aprendizaje. Esa emoción la transmite y la despierta el maestro en los niños. En coyunturas como la actual crear y sostener un vínculo y atender las necesidades emocionales de los estudiantes es más importante que el contenido académico.

[i] The Lancet Marzo 21




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