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¿QUÉ SUCEDERÁ CUANDO LOS NIÑOS PEQUEÑOS VUELVAN A CLASES?

Actualizado: 30 oct 2020




Cuando se reabran las escuelas no todos los alumnos podrán volver al mismo tiempo. Los países que han reabierto sus aulas, como Uruguay, lo han hecho por etapas. Empezaron en las zonas rurales, luego en zonas de contexto crítico, y finalmente en todo el país. Cuando sea seguro regresar a la presencialidad, tres grupos de estudiantes deben ser considerados prioritarios en la lista para el retorno a las aulas: los niños de 4 a 8 años, los estudiantes que no han logrado a acceder a plataformas online, y los estudiantes con necesidades especiales.


¿Por qué los niños de 4 a 8 años? (1) parte fundamental del desarrollo en esta etapa se basa en la interacción con los pares, (2) no están preparados para aprovechar al máximo una plataforma virtual y requieren más ayuda de sus padres, y (3) porque la deserción en este nivel ha sido la más alta. Las investigaciones no son concluyentes sobre la tasa de transmisión del COVID19 en los niños pequeños, pero parece ser menor que en los adultos[1]. Además, a diferencia de los adolescentes, los niños pequeños respetan más las normas (cuando son bien explicadas) y no se reúnen fuera de la escuela. Así lo pensaron países como Dinamarca y Finlandia quienes empezaron con los niños más pequeños. Necesitamos asegurarnos de estar construyendo buenos cimientos, y estos cimientos se construyen en los primeros años.


¿Qué sucederá cuando vuelvan a clases? ¿A qué debemos apuntar? En definitiva a un retorno con grandes cambios. Pensemos en:


(1) Clases en espacios al aire libre. Ya sucedió en el pasado en otras pandemias[2] y en algunos países ya se vienen implementado clases al aire libre[3]. Para el caso de los niños pequeños es tremendamente beneficioso usar los espacios al aire libre, dado que la enseñanza se vuelve más activa y lúdica, y el espacio abierto ofrece múltiples oportunidades para el tipo de experiencias que hoy necesitan más que nunca antes los niños. Esto nos hará replantearnos las prácticas y modelos de enseñanza.

(2) Priorizar el jugar y socializar. Los niños quieren interactuar libremente con sus amigos y no lo han podido hacer. Las escuelas deberán ser esos espacios facilitadores de socialización, donde lo prioritario, por lo menos por un tiempo, será trabajar las habilidades blandas (el intercambiar opiniones, escuchar, tomar turnos, cooperar, empatía, el autocontrol, la expresión de las emociones, resolver conflictos, etc.). El foco de las maestras estará en esto.

(3) Socializar con un número reducido de compañeros: El interactuar en grupos pequeños (y no alternar con otros compañeros más allá de tu grupo preestablecido) reduce los riesgos de grandes contagios dentro de las escuelas y permite construir redes de confianza entre padres y maestros.

(4) Prepararnos para los días que no van a la escuela. Probablemente nuestros hijos no irán a la escuela todos los días. La gran parte de países han hecho un retorno a clases gradual, por horas, y días alternos para mantener el distanciamiento social entre los alumnos. Irán a la escuela para interactuar, realizar trabajos en equipo, intercambiar opiniones, jugar, y en casa seguirán con la plataforma digital. Tendremos que organizarnos para llevar a nuestros hijos a la escuela y quedarnos con ellos en casa los días que correspondan.

(5) Familiarizarnos con nuevas rutinas: Los niños tendrán nuevos saludos, nuevas prácticas al momento de la alimentación, a la llegada y salida de la escuela, al ir al baño, y en el manejo de los materiales, y al mantener la distancia. Los niños de primaria deberán acostumbrarse al uso de la mascarilla. Inclusive tendremos nuevas rutinas al regresar a casa. Todas estas deberán ser anticipadas y explicadas a los niños por nosotros y sus maestros.

(6) Comprender que no todos irán. El regreso deberá ser voluntario. Países como Uruguay y Dinamarca plantearon un regreso voluntario. El regreso voluntario a la modalidad presencial debe estar apoyado en una plataforma de educación a distancia. ¡Lo que vuelve muy complicado el trabajo que les espera a docentes y directores!


Las escuelas deberán implementar protocolos detallados, resolver aspectos logísticos complejos y asegurar condiciones óptimas para la reapertura tanto para estudiantes como maestros. Los padres tendremos que confiar en la escuela, repasar rutinas nuevas con nuestros hijos, cuidarnos y confiar. Los maestros, tendrán que verificar que la escuela ha tomado todas las medidas necesarias para proteger su salud y la de los estudiantes, que los padres no mandarán a sus hijos ante sospecha de infección, cuidarse más que nunca, y encontrar el tiempo para planificar sus clases presenciales y las virtuales.


¡Nos espera un gran reto! ¿Estamos listos?


[1] La data no es concluyente. Algunas investigaciones recientes concluyen que la carga viral del COVID en los niños pequeños en los primeros días de contagio es más alta que la de los pacientes enfermos en las UCI. Sin embargo, en suiza, los niños de 5 a 9 años al regresar a las escuelas tuvieron 60% menos probabilidad de infectarse que los adultos. En Nueva York por ejemplo no se han observado grandes contagios de acuerdo un artículo en The New York TTmes el 22 de octubre [2] https://www.bbc.com/mundo/noticias-54070581 [3] https://www.greenschoolyards.org/reopening-examples

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